Las llamas avanzaron sobre un 75 por ciento del predio experimental en la zona de El Sombrerito. Dotaciones de Capital, Riachuelo y Empedrado trabajaron por varias horas.
El fuego volvió a hacer estragos en la víspera en suelo correntino, esta vez afectando seriamente campos pertenecientes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ubicado en la zona de El Sombrerito, a unos 32 kilómetros de la capital correntina.
Lo inflamable de los campos tras varios meses de sequía en todo el territorio y ráfagas intensas del sector sur registradas durante toda la jornada de ayer fueron la combinación “ideal” para que las llamas ganaran fuerza rápidamente consumiendo, hasta pasadas las 19 de la víspera, poco más de 750 hectáreas en un predio de 1.000 hectáreas.
Tres dotaciones de bomberos de Riachuelo y Empedrado, más el camión de incendios forestales de la Policía de Corrientes, desplegaron un operativo intenso en las primeras horas de la tarde de ayer para tratar de controlar las llamas en el predio.
Los primeros relevamientos realizados en el lugar indicaban que el fuego ingresó desde un campo lindero al predio del INTA donde el propietario había iniciado la quema de pasturas con fines productivos. De igual forma, personal de bomberos de Riachuelo que formaron parte del operativo informaron que en la zona se registraron focos en forma simultánea tanto en la zona de El Sombrero como en distintos campos ubicados en el departamento de Empedrado.
“Lamentablemente, poco más del 75 por ciento del predio se consumió. Hay focos dispersos que aún se tratan de controlar. El trabajo principal se enfocó en proteger el edificio principal del INTA y la nave central, donde están los laboratorios y equipamiento. Para ello se hicieron cortafuegos”, indicó Estefanía Cutro, asistente regional de Vinculación Tecnológica del INTA Corrientes.
Además de personal y las dotaciones de bomberos que llegaron hasta la zona, el mismo personal del INTA y del campo lindero donde se iniciaron las llamas trabajaban para controlar las llamas.
“El fuego ingresó al predio del INTA desde un campo lindero. El propietario se acercó para dar aviso de que había iniciado una quema y se le fue de las manos. Con las condiciones que tenemos hoy [por ayer], la situación rápidamente se descontroló”, sostuvo Cutro.
Pérdida incalculable
En el caso de instalaciones como las que se vieron afectadas ayer en campos del INTA, las pérdidas pueden ser incalculables por tratarse de un predio experimental. Trabajos de investigación de muchos años tanto en agricultura como en ganadería se perdieron producto del incendio.
“Es desolador ver el campo y cómo las llamas destruyeron ensayos de muchos años, como el material del banco de termoplasma de cultivos de Agricultura Familiar y pasturas. Después el daño va más allá con las destrucción de alambrados y otros materiales”, detalló la agrimensora del INTA y agregó que “son muchos años de investigación perdidos, en ese aspecto las pérdidas son incalculables”.