Dejando un legado cultural interminable, el paí fue velado en la localidad que lo adoptó en la década del 70. Una multitud acompañó el cortejo hasta el cementerio La Merced.
La ciudad de Mercedes, pago por adopción del padre Julián Zini, fue el epicentro del último adiós a uno de los máximos exponentes del chamamé de las últimas décadas. A los 81 años, el paí falleció en la tarde-noche del último domingo en la capital correntina.
Una batalla de varios años contra una enfermedad oncológica puso a Zini en un altibajo en el último mes en su estado de salud. Luego de dos semanas internado en el hospital Vidal, de Corrientes, el sacerdote fue dado de alta para continuar un tratamiento ambulatorio.
El domingo, a las 19.50, el presidente del Instituto de Cultura de la Provincia, Gabriel Romero, anunciaba la triste noticia en las redes sociales, “hasta siempre Padre Julián…”. El pueblo chamamecero, tanto los cercanos a el acordeón y la guitarra, como los que solo supieron interpretar la poesía del paí, multiplicaron los mensajes de dolor por la pérdida del sacerdote, poeta, autor y compositor.
Tras las triste noticia, los restos de Zini fueron trasladados en la madrugada de ayer al suelo mediterráneo, donde a partir de las 7 dio inicio el velatorio en la capilla San Cayetano. Ya en Mercedes, con las primeras luces del lunes, las muestras de afecto y pesar por la partida del músico comenzaron a manifestarse.
Con su poesía
Sus letras, sus historias hechas canción y esa forma única de explicar el “ser correntino” fueron durante toda la jornada de luto el mensaje que se multiplicó entre músicos de la localidad y aquellos que se despidieron del paí.
El patio de la capilla San Cayetano fue por momentos en la jornada mercedeña una enchamigada, un escenario repleto de ese repertorio interminable que supo forjar el padre durante casi 40 años de trayectoria, haciendo letras e historias de chamamé.
La despedida, a cuerpo presente, se extendió hasta cerca de las 17, momento en el que las puertas de la parroquia se abrieron de par en par para la salida del cortejo.
El camino al cementerio mercedeño fue un lento transitar, atravesando varios barrios de la localidad en una interminable caravana de vehículos y el aplauso de quienes desde las veredas esperaron para decirle adiós al padre.
El cementerio La Merced fue el último punto de la ceremonia de despedida del padre Julián Zini. Durante un poco más de una hora, hubo momentos de emoción y lágrimas, entre música, oraciones y un sinfín de muestras de cariño al paí. Julio Cáceres, voz de Los de Imaguaré, fue parte de la ceremonia.
Cada palabra, cada canción y cada último adiós llevó parte de las creaciones de Zini, dando señales de que su legado cultural está más presente que nunca.