El 11 de marzo cambió el rumbo habitual de ese hospital. La covid-19 golpeaba las puertas de Corrientes y esa institución era la designada para recibirla. El personal sanitario dio batalla.
Este 11 de julio se cumplen 4 meses desde que el hospital Llano cambió su curso de trabajo por la salud pública. Durante ese lapso fue el centro de referencia dedicado a la pandemia en toda la provincia. Los pacientes que tuvieron complicaciones fueron atendidos en esa institución: todos se recuperaron.
Cuatro meses pasaron y en el medio, todo cambió: médicos, enfermeros, kinesiólogos y hasta personal de mantenimiento tuvieron que cumplir con un estricto protocolo para llevar adelante sus actividades cotidianas y evitar el contagio.
El 28 de febrero, cuando la covid-19 parecía lejana a la realidad local, el Ministerio de Salud Pública informaba que se alistaba un ala del Llano que iba a ser destinada exclusivamente a, en ese entonces, los posibles afectados por el nuevo coronavirus.
El sector afectado directamente es un ala separada del hospital en sí, cuenta con instalación médica, administrativa, área de enfermería con sus accesorios y seis habitaciones individuales especiales para aislamiento, con sus baños privados respectivos.
Además se adecuaron otras áreas. Así, la terapia se dividió en dos: una para pacientes generales y otra para los complicados por la covid-19. Sucedió lo mismo con la maternidad que funciona en el Llano, donde se apartó un sector para recibir a embarazadas con sospecha del virus.
“Al principio fue incertidumbre, algunos temores, pero nos pusimos en marcha y comenzamos a estudiar los protocolos y así todo el equipo médico, enfermeros, kinesiólogos, la persona que limpia, la que trae la radiografía, en fin, todos tenían que cumplir un protocolo especial”, dijo la directora del Llano, Silvia Bonassies.
“Y así fuimos trabajando, llegaron los sospechosos, hasta que comenzaron a llegar los positivos y afortunadamente internados tuvimos muy pocos, que fueron aquellos que tuvieron complicaciones, que necesitaron tratamiento con antibióticos, antiviral, es decir tratamiento específico y, de esos, tuvimos un solo paciente que requirió terapia intensiva, con respirador y monitores multiparamétricos”, recordó y remarcó: “Atendimos a 20 pacientes con covid-19 positivo y tenemos un saldo muy satisfactorio, todos se recuperaron”.
En paralelo, en ese tiempo el hospital continuó trabajando para la atención de otras patologías, por lo que el cumplimiento extremo de los protocolos para cada área era crucial.
“El hospital tiene más 400 personas y la mitad estuvo afectada directa e indirectamente a la pandemia. Todo el personal puso su esfuerzo. Todo este tiempo fue de aprendizaje permanente y de trabajo en equipo”, dijo Bonassies y remarcó el concepto de trabajo en equipo, ejemplificando que todos cuidaban la espalda de su compañero.
“Si uno se cambiaba el equipo de protección, el otro lo observaba para que lo haga de forma correcta, ya que al quitarse el camisolín, es el momento donde uno se puede infectar”, indicó.
Ahora, tras casi 120 días de lidiar con la covid-19, lentamente la institución se alista para volver a la normalidad.
“Esta área de aislamiento que se usó para el nuevo coronavirus estaba destinada en un principio para inmucomprometidos, por lo que va a tener esa función, para atender a pacientes con VIH, hepatitis, entre otras enfermedades”, explicó la directora del Llano.
Dijo que se comenzó a atender con turnos a los pacientes en general y consideró que “si bien nosotros dejaremos de atender el 100 por ciento a los pacientes con covid-19, no creo que todavía se retome la normalidad total de inmediato”.
La Provincia centrará toda la atención de pacientes con covid-19 en el hospital de campaña Escuela Hogar a partir de esta semana. La idea, explicó el gobernador Gustavo Valdés es no mezclar la salud pública general con la pandemia. El objetivo de esto es evitar contagios.