Durante una misa concelebrada ayer por la tarde, el sacerdote recibió el anillo, la mitra y el báculo como nueva autoridad de la diócesis.
En un oficio religioso realizado ayer en horas de la tarde en la iglesia catedral de Corrientes y presidido por el monseñor Andrés Stanovnik, el sacerdote José Adolfo Larregain fue consagrado como obispo auxiliar de la Arquidiócesis correntina.
Entre los presentes en la misa se encontraban el gobernador de la provincia, Gustavo Valdés, y el intendente de Corrientes, Eduardo Tassano.
Durante el culto, se vivieron momentos emotivos “por las circunstancias y porque el papa Francisco respondió al pedido de contar con un colaborador para la conducción de la iglesia”, dijo el representante del clero que le dio la bienvenida al flamante obispo auxiliar.
Monseñor Stanovnik valoró mucho que en este contexto de pandemia se haya concretado el nombramiento del obispo Larregain, “es un signo muy fuerte que este acontecimiento se lleve a cabo en esta circunstancias”.
“El anillo, amor de alianza, para sentirse acompañado y contenido por Jesús, esposo de la Iglesia y llevarla con fidelidad. La mitra, para soportar junto a Jesús los caminos por los que deba transitar y el báculo para, ante todo, dejarse conducir por el espíritu santo”, dijo Stanovnik.
Por otra parte, reflexionó sobre el gran sentido que poseen las preguntas realizadas a Larregain, “porque constituyen las guías para el camino que le tocará recorrer en Corrientes”.
En esa línea, le indicó además, “Te ha tocado la gracia de venir a un pueblo mariano y a ella y a la cruz de los milagros le pedimos que te guíe y acompañe”.
Al término de la ceremonia, el flamante obispo axiliar agradeció a Dios el haberlo conducido a esta Arquidiócesis, además de saludar a las comunidades por las que hizo su paso.
Asimismo, agradeció la bienvenida de la comunidad correntina, que “ya me hizo sentir su gran amabilidad a través de su grato recibimiento”.
También agradeció a su familia, por el acompañamiento desde la distancia, ya que residen en Buenos Aires. En tanto, que pidió a la “tiernísima Madre de Itatí, no apartes tus ojos de mí”.