Tal como se preveía, y como lo había dejado entrever el propio Gobierno, la Argentina no pagó los USD 503 millones de los intereses de los bonos globales que vencían este viernes y entró técnicamente en default, algo parecido a lo que sucedió durante la efímera presidencia de de Adolfo Rodríguez Saá allá por fines del 2001.
La semana próxima habrá una notificación del agente fiduciario de los bonos a los tenedores avisando del incumplimiento en el pago dentro de los plazos previstos en el prospecto del título, tal como se procedió en el caso de la provincia de Buenos Aires. Como el lunes es feriado, la comunicación se hará seguramente el martes 26.
Tanto para el Gobierno como para los acreedores, como las partes están negociando esta falta de pago carece de gravedad, ya que podrá ser enmendada rápidamente si se llega a un acuerdo de canje en el corto plazo, algo que algunos fondos optimistas pretenden sea incluso este mismo fin de semana.
Este viernes muy temprano, el embajador de la Argentina ante el gobierno de Estados Unidos, Jorge Argüello, confirmó en una carta que no se pagaría el vencimiento, pero que continúa el diálogo con los acreedores privados al menos por 10 días.
Al respecto, Gabriel Torres, jefe de estrategia soberana de Moody’s, expresó desde Nueva York que “el día de hoy, después de haber concluido un período de gracia de 30 días, el Gobierno de Argentina incumplió un pago de intereses por USD 503 millones que originalmente vencía el 22 de abril pasado. Este incumplimiento de pago es consistente con la opinión crediticia soberana de Moody’s que, tal como refleja nuestra actual calificación de Ca, incorpora pérdidas significativas para los inversores. Viendo hacia adelante, Moody’s anticipa que el panorama para la reestructuración de la deuda de Argentina muy probablemente se tornará más complicado”.
Los tiempos para concretar una reestructuración de los USD 66.500 millones de títulos emitidos bajo ley extranjera volvieron a ser postergados, ahora hasta el 2 de junio inclusive, a las 17 hora de Nueva York, pero en el mercado no descartan que pueda haber otra prórroga, ya que “no se puede negociar en seis días”, dijo el representante de un importante fondo de inversión.
En Economía admiten que desde que las contrapropuestas fueron presentadas, el viernes pasado, no hubo diálogo con los tres comités de acreedores, pero trabajan en una nueva propuesta que sea sustentable y que se adapte a los pedidos de estos grupos. El equipo liderado por Martín Guzmán está evaluando alternativas para mejorar el valor presente de la oferta sin incumplir con los parámetros de sustentabilidad fijados y avalados por el Fondo Monetario Internacional.
“Lo mejor sería presentar una nueva oferta que ya tiene anclaje de ciertos grupos de acreedores”, dijo una fuente oficial. Pero los acreedores sostienen que para garantizarse una buena aceptación, el Gobierno debe negociar las condiciones de la propuesta debido a que los distintos grupos de bonistas tienen intereses diversos.