Un grupo avanzó sobre otro durante el recreo y se produjo una refriega. Emboscaron a José María Candia (22). Llevaba un año en prisión y lo habían condenado a 6 por robo agravado. Recibió un profundo puntazo en la axila izquierda.
Un interno murió acuchillado durante un incidente en la Unidad Penal Nº 1 de Corrientes. Una reyerta entre presos motivó la intervención de más de un centenar de efectivos de los grupos especiales del Servicio Penitenciario y de la Policía para controlar la situación. La refriega dejó 9 internos heridos y 7 miembros de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con la información oficial, alrededor de las 14 se inició un enfrentamiento entre detenidos en el pabellón Nº 10 por motivos que se investigan.
En la reyerta, resultó apuñalado a la altura de la axila izquierda José Mario Candia (22). Lo trasladaron al hospital Escuela, adonde llegó sin vida. La víctima cumplía 6 años de prisión por robo agravado. Hacía un año que estaba preso.
También fueron llevados otros 9 internos, de los cuales algunos fueron derivados al hospital Vidal. Además resultaron heridos 6 efectivos del Servicio Penitenciario y uno de la Policía de Corrientes.
Intervinieron tropas del grupo especial ETOP (Equipo Táctico Operacional Penitenciario) y las divisiones especiales de la Policía: GTO (Grupo Táctico Operacional), PAR (Policía de Alto Riesgo), Infantería y la División Canes, involucrando al menos un centenar de efectivos en total.
Una vez controlada la situación dentro del penal, se inició el operativo de traslado de los heridos.
Los agentes debieron emplear elementos antidisturbios. Arrojaron gases lacrimógenos y disparos de Itakas con postas de goma.
Las detonaciones y gritos que se escucharon desde el exterior de la prisión crearon un clima de tensión y conmoción entre el vecindario.
Se hizo presente en la unidad el Comité de Crisis del Ministerio de Seguridad, encabezado por el titular de la cartera, Juan José López Desimoni; los subsecretarios de Gobierno, Luis Bravo, y de Seguridad, Oscar de los Santos García; el jefe de Policía, comisario general Félix Ricardo Barboza, y el subjefe, comisario general Eduardo Acevedo; el director del Servicio Penitenciario, Rubén Roque Romero, y la subdirectora, Ana María Cantero, y el fiscal en turno, Gustavo Robineau, quien continúa con las actuaciones judiciales del hecho.
El 19 de marzo de 2007 ocurrió un sangriento motín en la UPP Nº 1 en el que asesinaron a los reclusos José Oscar Huevos Fritos Ramírez y Ramón Arnold Centurión, y Samuel Céspedes. Además se registraronvarios heridos.
Emboscada
Los protagonistas del incidente fueron internos de dos pabellones. Uno de ellos alberga a condenados por abusos sexuales.
El subsecretario de Gobierno, Luis Bravo, en declaraciones a radio Sudamericana, dijo que “se enfrentaron presos de dos pabellones, uno de ellos corresponde a los que están condenados por violación”.
Remarcó que “tendieron una emboscada a José Candia. Probablemente ya lo tenían señalado y esperaron el momento, que se concretó ayer. Empuñaron facas y otros elementos punzantes que ellos mismo fabrican y los ocultan. Con una de esas armas hirieron de muerte a Candia”.
Acotó que “cuando el retén de guardia advirtió el escándalo quiso intervenir para restablecer el orden y fueron atacados. Ese sector estaba copado por ellos por lo que se debió pedir refuerzos. Era difícil entrar”. Bravo señaló que “esta situación nos tomó de sorpresa. Estábamos en conversaciones con los internos que hacen huelga de hambre en reclamo por la prisión domiciliaria ante el temor de contagiarse de covid-19. No sé si algunos de esos internos participaron de la reyerta. Estaban haciendo una protesta pacífica. Se les avisó que la Justicia debe resolver los casos. La rivalidad entre pabellones siempre existió”.
“Fue muy violento todo lo que se vivió allí”
El fiscal de Instrucción Gustavo Roubineau, que lleva adelante la investigación del incidente en la Unidad Penal Nº 1, dijo a radio Sudamericana que “fueron escenas muy violentas las que se vivieron allí adentro”.
Manifestó que “después de tomar el control, en las recorridas se encontraron numerosas armas caseras las que fueron incautadas”.
Indicó que, “ante la tensa situación que aún imperaba entre los presos de los pabellones involucrados, se decidió trasladar a algunos internos a la Unidad Penal Nº 6 como una manera de descomprimir el clima belicoso y evitar nuevos enfrentamientos”.