Aunque la disposición de reactivar la cadena forestal lleva dos semanas, desde los aserraderos no logran destrabar la operatoria. La restricción de extraer efectivo complica los pagos y quienes no fabrican pallets tampoco tienen pedidos.
Con un protocolo de trabajo terminado, al igual que el resto de las actividades que retomaron su labor a partir de la flexibilización de la cuarentena, en los aserraderos correntinos todavía está costando muchas dificultades reactivar la producción.
En una de las principales actividades productivas de la provincia, donde –según el último censo forestal– se emplean en blanco a unos 5.000 trabajadores, se estima que el sector en realidad da trabajo a casi el doble de familias, que siguen sin poder cobrar sus sueldos o lo hacen por partes.
Para los empresarios, la situación es como una “olla a presión”, según lo describieron al ser consultados por este medio. Mientras que la actividad bancaria recién se puso en marcha este lunes, la restricción para extraer dinero en efectivo suficiente los mantiene sujetos a las dificultades de cumplir con proveedores y empleados.
“Nos permiten extraer solamente por cajeros automáticos, donde el límite es de 50 mil pesos por día. Nosotros necesitamos montos mucho mayores, unos 500 mil por semana para poder cumplir con salarios y proveedores”, explicaron.
Pese a los pedidos reiterados, recién desde ayer comenzaron de nuevo a depositar cheques para reactivar los pagos de insumos. Mientras tanto, la demanda tampoco ayuda.
“Los aserraderos ligados al pallet tiene algo de trabajo, pero estuvo totalmente parado, la mayoría de los aserraderos no reactivaron aunque estuviera permitido, por temor a la situación sanitaria y por la incertidumbre”; explicó Juan Ramón Sotelo, presidente del Plan Estratégico Foresto Industrial de Corrientes (Apefic).
La semana pasada, desde la entidad se ocuparon de relevar la situación y las necesidades de los aserraderos de todas las zonas productivas de la provincia, para presentar un informe detallado al gobernador. “La principal dificultad es acceder a la liquidez a cuentagotas”, apuntó, en tanto estimó que las dificultades podrían extenderse para el sector “al menos hasta fin de año; la reactivación va a ser muy lenta”, sostuvo.
La situación financiera en general es preocupante y crítica, la mayoría de las empresas posee compromisos asumidos vencidos, no podrán afrontar el pago de sueldos ni mucho menos de impuestos ni créditos. Poseen sus recursos agotados, precios retrasados, costos altos e imposibilidad de acceso al crédito.
Las pymes que siguieron trabajando (exceptuadas del DNU) están dejando de cumplir sus obligaciones debido a que la cadena de pagos está descontinuada. Muchos proveedores comienzan a solicitar el pago en efectivo, lo que significa una nueva dificultad, dado los problemas operativos bancarios.
Las pymes relacionadas con la construcción y muebles están en peor situación, ya que se le suma la poca demanda de esos artículos.
“Necesitamos financiación inmediata a tasas bajas, plan de pagos para servicios de energía y préstamos adquiridos, diferir el pago de impuestos, y una reducción drástica de las tasas de interés para el uso de los acuerdos de sobregiro de las cuentas corrientes”, enumeró Sotelo.
“Los aserraderos en general son pymes pequeñas, necesitan disponer de dinero en efectivo en el corto plazo para no caer”, remarcó.
Apuntalar la demanda
Quienes fabrican pallets están sin embargo un poco “menos complicados que la industria mueblera y de construcción”, describió Sotelo.
Para quienes fabrican machimbres, tirantes, tableros y otros productos de madera larga, la posibilidad de vender en el mercado interno o de exportar es ahora “prácticamente nula”, aseguró.
Así, desde el sector forestoindustrial esperan con ansias la reactivación de la obra pública y también en el sector privado. “Necesitamos avanzar fuerte con las exportación de productos como estrategia para el ingreso de divisas y de apalancamiento del desarrollo local. Se asume que el mercado interno demorará en reactivarse”, evaluó Sotelo. Por otra parte, aguardan también que las mueblerías y otros comercios afines puedan volver a atender al público pronto. “Si continúan sin trabajar, será imposible la reactivación, habría que definirlas como actividad esencial”, opinó, en tanto comentó haber planteado en la mesa de reunión oficial la necesidad por parte del Estado de “financiar programas de incentivo a la construcción de obra privada”.
“Muchas familias correntinas dependen de eso. Si se apuntala la demanda y se destraban las operatorias bancarias tendremos posibilidad de reactivar mucho más rápido”, aseguró el referente.
Protocolo para el sector forestoindustrial
Elaborado por la Asociación Forestal Argentina (AFOA), desde este lunes la actividad cuenta también con su propio protocolo que detalla la metodología de trabajo recomendada en la prevención del covid-19.
Entre las recomendaciones, se aborda el transporte de la mercadería, donde se indica la necesidad de proveer guantes, barbijos y otros elementos de seguridad a los transportistas. “La espera debe llevarse a cabo arriba de su camión hasta tener indicaciones. Debe bajarse del vehículo con barbijo y guantes. Al descender, se debe mantener las distancias sociales de 2 metros. Están prohibidos los saludos que impliquen contacto físico (beso, abrazo, darse las manos). Las comunicaciones entre el personal de trabajo, camionero, productor, etc, deben ser al aire libre y/o con la distancia correspondiente. Antes de subir al vehículo, el chofer debe sacarse los guantes y el barbijo y tirarlos en un tacho de deshechos sanitarios o en una bolsa cerrada. Desinfectar volante, palanca de cambios, manijas y botones antes de continuar. El chofer además tiene la responsabilidad de dar aviso ante el mínimo síntoma de enfermedad: fiebre (igual o más de 38°C; tos seca, dificultades para respirar, fatiga y dolores musculares)”, detallaron.
Del mismo modo, hay también indicaciones para quienes trabajan en el campo, como la prohibición de compartir la cabina de cosechadoras y tractores. Y otras relativas al desplazamiento de operarios en las instalaciones de la fábrica, donde se indica tomar la temperatura corporal a los operarios y mantener el distanciamiento entre las personas.
El protocolo completo, en www.afoa.org.ar.