Tras conocerse el informe de la situación epidemiológica de la Provincia, el Gobierno, informó que se registró un nuevo caso positivo de Coronavirus-COVID-19, se trata de una trabajadora de la salud de la provincia del Chaco que tiene domicilio en nuestra ciudad. Se encuentra aislada y clínicamente estable, de esta manera se acumulan 27 casos positivos en el territorio provincial.
Este caso sirve de ejemplo para entender como la irresponsabilidad de las empresas y de algunas organizaciones civiles atentan contra la salud pública. Cuando el Gobierno dispuso la licencia de todos los empleados de salud que viven en el Chaco y trabajan en Corrientes busco contener la situación y desalentar la curva de contagio. Sin embargo, se tomó como una medida discriminatoria de cierre de “frontera” y de individualismo extremo.
La Asociación de Clínicas chaqueña puso el grito en el cielo, la justicia habilitó que los médicos puedan ir y venir y se planteó como “una guerra entre Chaco y Corrientes”. Este último, con las medidas que adoptó en el momento justo logro contener la enfermedad. Pero la irresponsabilidad de algunos y la liviandad de otros pueden acelerar el ritmo de contagio en la provincia.
El nivel de contagio que tiene el virus es muy alto. ¿Quién se hace cargo si se disparan los números de contagiados por la irresponsabilidad de un empresario o por la falta de apego de algunos trabajadores al bloqueo sanitario?
Nos enfrentamos a una realidad inédita con múltiples consecuencias en todos los planos. Se sabe poco de la enfermedad, pero pese a ello; hay una gran certeza y es que debemos quedarnos en casa, manteniendo el aislamiento social y así evitar exponernos a la cadena de contagio.
El caso 27 podría ser paradigmático porque se trata de una mujer que trabaja en una empresa de salud que presta servicio en las dos provincias. ¿No pudo la empresa articular una estrategia y trabajar con los profesionales de cada ciudad sin tener que exponerlos a viajar diariamente?.
Si esta persona tuvo contacto con muchas otras, esto podría hacer disparar los casos en la provincia. Este es el porqué de las medidas que adopto el gobierno para evitar que el virus se propague.
La responsabilidad del estado es la articulación de medidas de contención y políticas públicas tendientes a cuidar la salud y el bienestar de todos los correntinos. Pero como ciudadanos desde nuestro lugar en la sociedad también debemos acompañar cumpliendo responsablemente lo que indican desde las autoridades sanitarias.
Aunque suene antipático; el escenario entre ambas provincias ante un mismo problema entrega realidades distintas, y ello no es más que consecuencia de lo que se hizo a tiempo y con reflejo. El bloqueo y aislamiento, la articulación de medidas con todos los municipios y el dialogo del gobierno de Corrientes con todos los partidos políticos abroquelo y articulo una estrategia en común.
Tener un escenario controlado es responsabilidad de todos. No solo del estado, sino también de empresarios comprometidos y solidarios y ciudadanos responsables que eviten, al menor síntoma de la enfermedad mantener contacto con sus familiares.
Señalar que los enfermos que se detectan son personas que trabajan en el Chaco o que se contagiaron allá, es para saber qué es lo que se debe hacer y cómo. Si el problema está en la exposición de personas que viven en Corrientes y trabajan en un contexto donde la dispersión comunitaria no se puede controlar. Solo queda aislarse y evitar por todos los medios esa proximidad.
No es un señalamiento estigmatizante como algunos pretender hacerlo ver. Acá no hay dedos acusadores, hay políticas sanitarias y decisiones que no pueden caer simpáticas. Pero como decía el General: “la única verdad es la realidad”. El Chaco tiene contagio comunitario, toque de queda a la noche y 8 muertos. Acá todavía estamos a tiempo de contenerlo pero eso depende de todos, no solo del gobierno.