Marcelo Tinelli fue elegido ayer presidente de la Superliga Argentina de Fútbol (SAF) por unanimidad, en una asamblea desarrollada en el predio de la AFA.
La reunión contó con 22 clubes de los 24 participantes –faltaron Central Córdoba de Santiago del Estero y Colón de Santa Fe– y duró apenas cinco minutos. Allí se resolvió que Tinelli reemplazará al renunciante Marcelo Elizondo, a quien se le aceptó la salida de manera formal.
Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán, pidió por el mandatario de San Lorenzo de Almagro como nueva cabeza de la entidad. Hecha la solicitud, se realizó la votación con 22 afirmativos.
Tinelli estará de manera provisoria al frente de la Superliga, que en horas de la tarde se disolverá y se extinguirá una vez cumplida la Copa de la Superliga, frenada hasta nuevo aviso por el coronavirus.
En ese contexto, el empresario asumirá su cargo como presidente de la Liga Profesional, bajo la órbita y el control de la AFA de Claudio Tapia.
De hecho, Tapia llegará a Ezeiza en las próximas horas y celebrará otra asamblea con los presentes en la que se anunciará la nueva elección de la casa madre, con fecha el 19 de mayo, y con un mandato que concluirá en 2025 –el actual terminaba en 2021– y en la que tendrá como vicepresidente a Rodolfo D’Onofrio (River Plate), más allá de las diferencias manifiestas.
El directivo riverplatense aceptó en una reunión matinal de este miércoles ocupar una de las seis vicepresidencias en juego para el Comité Ejecutivo de la AFA. Además es posible que esté en el grupo de trabajo de la Liga Profesional.
El flamante presidente de Liga Profesional no prometió plazos para la reanudación del fútbol argentino en medio del avance del coronavirus.
“Evaluar hoy los tiempos y las fechas es muy difícil. El Gobierno decidió estar hasta el 31 de marzo con el fútbol parado, pero nadie te garantiza que el 1 de abril estemos jugando. Vamos a evaluar cómo sigue esto. Hoy celebramos la unión del fútbol argentino. Esta guerra bacteriológica nos complica”, declaró Tinelli en conferencia de prensa.
Y agregó: “Uno no está exento como institución de lo que está pasando. Tenemos que tomarlo con calma y hablar con las autoridades nacionales, los gremios, los futbolistas y los colegas directivos para ver cuáles son las medidas a tomar”.
