Un educador de la Escuela Nº 524, en la zona rural de Goya, retrató en forma de homenaje a los estudiantes en el inicio del ciclo lectivo. “Buen año, mis niños y colegas”, escribió en las redes sociales junto a imágenes de chicos arribando a caballo o a pie.
“A caballo o a pie”, hay que llegar a la escuelita. El comienzo del ciclo lectivo se dio ayer en todo el territorio provincial, y con el regreso a clases llegó también el gesto de un educador para quienes duplican esfuerzos para cumplir día a día con la misión de aprender.
En las grandes urbes, el comienzo de las clases dejó sus postales clásicas, entre padres “primerizos” agolpándose para la foto del pequeño que inicia el nivel inicial; o el clásico embotellamiento vehicular en las cuadras de cada establecimiento educativo en una jornada de apuros, ya que alteró tres meses de receso.
Pero en otros puntos de la provincia, la jornada se vivió a otro ritmo, más pausado y casi cansino, pero igual de trascendente. El camino a la escuela en aquellos lugares se hace distinto, y salir temprano no significa evitar el cúmulo de tránsito en cada esquina, sino más bien el tiempo necesario para recorrer varios kilómetros de campo para llegar al educador, a la escuelita y al reencuentro con los compañeros.
Esa es la postal, el retrato y el homenaje que hizo ayer un docente de la zona rural de Goya a quienes llama sus “niños”. Las redes sociales fueron la vía que utilizó Oscar Samaniego, director de la Escuela Nº 524 del paraje San Ramón, en la tercera sección del departamento goyano, para mostrar el comienzo de clases en otro ámbito.
“En este rincón de mi patria de arenales interminables, de caminos inundados en épocas de lluvia, ahí estamos los maestros para que nuestros niños reciban la educación que se merece cada argentino, pues la educación es el único camino para salir adelante en nuestra bendita Argentina. Buen año, mis pequeños niños y colegas!!!”, escribió en cuenta de Facebook, Oscar Samaniego.
El gesto de Samaniego fue para con sus pequeños, para con sus colegas, pero del mismo modo hizo trascender la cotidianeidad de quienes llevan la labor de educar, y quienes la reciben, más allá de una mera jornada de escuela.
“Para nosotros, el comienzo de las clases es un acontecimiento, y es lo que quise transmitir con la publicación en Facebook, es algo que hago siempre, con autorización de los padres, para mostrar eventos y la cotidianeidad en la escuela”, dijo el director del establecimiento educativo.
Oscar Samaniego fue un poco más allá de lo que fue la jornada inicial del ciclo escolar 2020, y se remontó a lo que es el transcurrir del año en un establecimiento rural. “Hay chicos que recorren dos kilómetros a caballo, otros que cruzan bañados, es algo cotidiano para ellos, pero al mismo tiempo muy meritorio”, explicó, al tiempo que recordó “para el docente también es un sacrificio, acá somos docentes, médicos, psicólogos y hasta muchas veces padres de los chicos, pero lo hacemos cumpliendo el compromiso asumido desde el día que elegimos esto”.
Oscar resume su trabajo diario, y el de sus colegas, en vocación. “Yo soy feliz yendo a la escuelita, me reconforta y retribuye ver a los chicos progresar en su educación, se esmeran por ello”.
Ayer se inició oficialmente el ciclo lectivo, con la llegada de los estudiantes a sus aulas, en el nivel primario y nivel medio en todo el territorio provincial y del país. La Escuela N° 524 del paraje San Ramón, zona rural de Goya, es un establecimiento educativo que cuenta con una población escolar de 42 alumnos, nivel inicial, dos maestros de grados y maestra de taller y otra del idioma inglés.
La escuela del paraje San Ramón es una de las tantas de la zona rural de Goya y, para llegar hasta allí, sus docentes diariamente deben recorrer aproximadamente unos 51 kilómetros desde la ciudad, un tramo de asfalto y otro por ripio y finalmente tierra hasta la escuela.