Un fuerte temporal de lluvia y viento agravó la situación en Esquina

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La localidad sufrió por tercer día precipitaciones, esta vez con ráfagas de más de 90 kilómetros por hora. Los daños son incalculables y el Ejecutivo municipal emitió por resolución la emergencia hídrica y socioeconómica por 180 días.

La situación en el sur de la provincia continúa siendo delicada, luego de una nueva jornada de intensas lluvias en las que las precipitaciones llegaron a superar los 200 milímetros en algunos puntos. 
El agravante en casi todo el territorio correntino se dio con las fuertes ráfagas registradas entre la madrugada de ayer, con vientos que superaron los 90 kilómetros por horas en algunos puntos, dejando daños incalculables tanto en zonas urbanas como en territorio rural.

El cuadro de situación más grave se repitió en la localidad de Esquina que desde el domingo sufre por la gran cantidad de agua caída, hasta ayer con una marca que superó ampliamente los 300 milímetros. En la tercera jornada del fenómeno, el cuadro tendió a agravarse debido a que, al igual que en otros puntos de la provincia, la intensidad del viento dejó serios daños.
Si bien el caudal más intenso se dio entre el domingo y ayer, Esquina recibe lluvias ya desde el último viernes, situación que puso en jaque cualquier tipo de sistema de desagüe en todo el mapa de la localidad. Hasta el lunes el número de evacuados alcanzaba a las 30 familias, pero este número creció ayer con otra docena de hogares que tuvieron que ser asistidos por la gran cantidad de agua.
Lo delicado de la situación obligó al Ejecutivo municipal esquinense a declarar una emergencia por 180 días. Así lo dispuso el intendente Hugo Benítez, a través de la Resolución Nº 054 / 2020, que decreta la emergencia hídrica, socioeconómica, financiera, agropecuaria, ambiental, sanitaria, vial y productiva, y zona de desastre en la ciudad y zonas suburbanas y rurales, desde la víspera.


En los considerandos, el intendente menciona que las precipitaciones entre el viernes 14 y el lunes 17 “superan los 380 mm, aproximadamente”, que “temporales de estas características provocan que miles de ciudadanos estén hoy inundados”; que en los barrios más castigados, “hay familias que tienen  agua dentro de sus viviendas, por lo que deben ser evacuadas para salvaguardar su salud”, y que el “anegamiento de las calles afecta el transporte vehicular (público y de particulares)” por la ruta nacional 12, y rutas provinciales “se encuentran con tránsito restringido y, en algunos casos, interrumpido por la presencia de agua en la calzada”. 

Día tres, con viento

Lo que hasta el último lunes solo fueron lluvias en Esquina, en las primeras horas del martes se trasformaron en vientos intensos que causaron cuantiosos daños. Según informaron desde la localidad, las ráfagas, cercanas a los 100 kilómetros, provocaron la caída de postes del tendido eléctrico y árboles. Media ciudad quedó sin energía eléctrica por los daños según los primeros relevamientos realizados por personal de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC).
En la víspera, la Municipalidad dispuso labores en distintos sectores de la ciudad a fin de lograr un mejor escurrimiento del agua. Varias máquinas de la Comuna comenzaron con diversos operativos de apertura de canales y limpieza de los ya existentes.

Uno de los puntos de obra fue un campo conocido como “La Morocha”, zona crítica debido a que la acumulación de agua tiene como desagüe natural el casco urbano esquinense. En el lugar se realizó la apertura de zanjas a fin de alterar el escurrimiento hacia puntos deshabitados.      
Los datos meteorológicos de la víspera indicaban que durante la madrugada volvieron a caer otros 95 milímetros, agravándose el cuadro con las fuertes ráfagas de vientos que superaron los 100 kilómetros por hora, provocando la caída de árboles, postes y voladuras de techos.
También se registró la caída del tanque de agua del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y gran parte de la localidad se encontraba sin tendido eléctrico, razón por la cual cuadrillas de la DPEC trabajan a destajo para normalizar el transporte del fluido eléctrico, levantando y reparando los postes caídos.