Prisión perpetua para Lorena Encina y Miriam Jara por el crimen de Tichellio

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El suboficial del Servicio Penitenciario Provincial, de 32 años, fue asesinado a martillazos en la cabeza cuando dormía la siesta. Ocurrió el 26 de julio de 2018. La sentencia coincidió con los pedidos del fiscal y de la querella.

El Tribunal Oral Penal Nº 1 condenó a prisión perpetua, 25 años, a Lorena Encina (28) y Miriam Jara  (32) por el asesinato del suboficial del Servicio Penitenciario Provincial, Gabriel Tichellio (32). 
Encina era la esposa de la víctima y había iniciado una relación sentimental con Jara, que desató el conflicto matrimonial. La pareja tiene tres hijos, que están al cuidado de sus abuelos paternos.

El tribunal estuvo integrado por Ana del Carmen Figueredo, Cynthia Godoy Prat y Raúl Guerín. En el Ministerio Público se desempeñó el fiscal Carlos Lértora. 

El crimen

El homicidio de Gabriel Tichellio (32), cabo 1º del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), tiene aristas pasionales. 
Están imputadas Lorena Encina, que era su esposa, y una amiga de ella, Miriam Jara (32), con la que había iniciado una relación sentimental a espaldas de Gabriel. 
En el allanamiento a la vivienda de la víctima y en la recorrida en el sector donde dejaron el vehículo con el cuerpo, incautaron elementos usados para el crimen:un martillo utilizado en construcción, guantes, una frazada y ropas con manchas de sangre. 
En la evaluación preliminar, que luego fue respaldada por el análisis de los peritos, el suboficial habría sido asesinado en su casa.  
Posteriormente arrastraron el cadáver envuelto en una frazada y lo colocaron en la camioneta Renault Kangoo, propiedad de la víctima, y lo llevaron a un lugar distante, donde  la abandonaron con el cuerpo.   
Tichellio era casado y dejó tres hijos, que tenían en ese entonces  9, 7 y 5 años, que actualmente se encuentran bajo el cuidado de sus abuelos paternos.   En la mañana del jueves 26 de julio de 2018, Tichellio estuvo en la Jefatura del SPP, en sala de monitoreo de funciones electrónicas.  Se retiró en su horario habitual de las 13.30. Pero a la tarde no regresó a sus funciones.  
La preocupación comenzó a crecer cuando su familiares advirtieron la demora de regreso a su casa y su teléfono celular no respondía.  Una hermana de él se comunicó en dos oportunidades con la Jefatura del SPP buscando novedades sobre su paradero.  Cerca de las 23 de ese jueves, alertaron a la policía de que en una camioneta Renault Kangoo había un hombre sin vida.  Personal de la comisaría jurisdiccional concurrió y constató el hecho. Era Tichellio.