NUEVA ETAPA | Se inicia el gobierno de Alberto Fernández

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Alberto Fernández y Cristina Kirchner prestarán juramento este martes ante la Asamblea Legislativa como presidente y vicepresidenta de la Nación para el período 2019-2023 y así el Congreso será el ámbito de una ceremonia formal en la que el mandatario saliente, Mauricio Macri, entregará los atributos de mando a su sucesor.

Tras prestar juramento, Fernández brindará un mensaje a la Asamblea Legislativa, en la que explicará los principales aspectos del programa que instrumentará su gobierno en materia política, económica y social.
Según el cronograma tentativo conocido este lunes, la Asamblea Legislativa se iniciará a las 11.15, y será presidida por la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti, tras lo cual se realizará la designación de los legisladores que integrarán las comisiones de interior y exterior, respectivamente, que serán las encargadas de recibir en la explanada del palacio legislativo, sobre la avenida Entre Ríos, al nuevo presidente.
La ceremonia pasará luego a un cuarto intermedio para recibir a Alberto Fernández, que llegará cerca de las 11.45 al Congreso, e ingresará por la explanada de la avenida Entre Ríos.
De acuerdo con lo previsto, el primero en llegar al Congreso a las 11.30 será Macri, luego a las 11.40, hará lo propio Cristina Fernández, y a las 11.45 arribará el presidente electo.
A su arribo, Fernández procederá a la firma de los Libros de Honor del Honorable Senado de la Nación y de la Cámara de Diputados de la Nación, en el Salón Azul.

Posteriormente, Cristina Fernández y Alberto Fernández prestarán juramento ante la Asamblea Legislativa como presidente y vicepresidenta hasta el 10 de diciembre de 2023.

La Plaza de Mayo, este lunes sin la rejas y con los preparativos para el acto de hoy./ Clarín

Según establece la Constitución Nacional, el nuevo jefe del Ejecutivo debe jurar en el Congreso y, si bien ese texto no hace referencia al bastón y la banda presidencial, cuyas entregas se realizan en un acto protocolar, esa ceremonia se concretará también en el mismo Palacio Legislativo y será Macri quien hará entrega de los atributos de mando.

Néstor Kirchner, en 2007, fue el primero en modificar ese procedimiento y hacer el traspaso en el Congreso cuando asumió su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, ya que optó por cambiar el esquema para que la entrega de atributos se realizara en el Palacio Legislativo y no en la Casa Rosada como si lo habían hecho hasta el momento Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
Se trata de un acontecimiento histórico, ya que desde 1928 no sucedía que un presidente no peronista entregara el poder sin una crisis institucional, y tanto Alberto Fernández como el propio Macri destacaron el valor de este hecho histórico.
En 2015, Cristina Kirchner se negó a hacerle el traspaso de mando en la Casa de Gobierno a Macri, como quería el entonces mandatario electo. Por una orden judicial, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, quedó a cargo del Ejecutivo desde las 0 del 10 de diciembre hasta la ceremonia de traspaso y fue él el encargado de tomarle juramento al líder de PRO.
En las afueras del Congreso, habrá una movilización que forma parte de la convocatoria del Frente de Todos para acompañar la asunción del presidente y la vicepresidenta electos, aunque el festejo se trasladará a las 14 a la Plaza de Mayo, donde habrá varios shows musicales.
Tras formular su primer discurso como presidente ante la Asamblea Legislativa, Alberto Fernández, que se convertirá en el séptimo mandatario electo desde la instauración de la democracia en 1983, se trasladará a la Casa Rosada para recibir a las delegaciones extranjeras, tras lo cual tomará juramento en horas por la tarde a los ministros de su gabinete nacional en el Salón Blanco.
La Plaza de Mayo, escenario de la memoria política de Argentina, vivió una noche de domingo muy agitada. Decenas de operarios retiraron la reja que la partía de lado a lado y protegía la Casa Rosada de las manifestaciones. Alberto Fernández, que este martes reemplazará a Mauricio Macri como presidente, pidió el retiro del vallado para que la plaza sirva para “terminar con las divisiones y unir a la Argentina”.

La larga despedida de Macri

Macri se despidió a cámara lenta. El jueves hizo un balance muy optimista de sus cuatro años como presidente en un mensaje grabado que fue retransmitido por cadena nacional. A lo largo de 40 minutos, limitó la autocrítica al desempeño económico y describió los que considera los éxitos de su gestión: la integración de Argentina en el mundo, instituciones más sólidas, una justicia más independiente, una mejora energética y estadísticas oficiales fiables.


Dos días después, subió a un escenario en la Plaza de Mayo para decir adiós a sus partidarios. Al ritmo de Volví a nacer, de Carlos Vives, miles de personas cantaban “Tú fuiste la respiración y era tan grande la ilusión” instantes antes de que Macri apareciese acompañado de su esposa, Juliana Awada, y de su candidato a vicepresidente, el exkirchnerista Miguel Ángel Pichetto. “Gracias, gracias, gracias”, repitió varias veces el presidente, emocionado hasta las lágrimas. “Este corazón ya es más de ustedes que mío”, dijo a la multitud, muy inferior a la de actos previos como el celebrado en la avenida 9 de julio días antes de las elecciones.
El mandatario saliente lamentó los supuestos “palos en la rueda” puestos por el peronismo durante su mandato y envió un mensaje a su sucesor: “Puede confiar en que después de mucho tiempo va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva. Va a encontrar una oposición firme y serena que va a defender la democracia, la calidad institucional y nuestras libertades”.
Esa misma noche, Macri difundió a través de las redes sociales un vídeo titulado Momentos en el que muestra su faceta más íntima. “Para las ambiciones hay tiempo. Para el 2021, para el 2023…”, dice en el documental, grabado con primeros planos que buscan resaltar la emoción del mensaje. En el video, vaticina un futuro difícil para la coalición de Fernández debido a las múltiples corrientes internas que se unieron para aupar su candidatura. “Cuando se juntan tantos antes de una fiesta, es difícil que la fiesta salga bien. El disc jockey tiene que ser muy bueno”, subraya.
Pese a sus palabras, es el macrismo el principal afectado en estos momentos por las divisiones, tras el abandono de tres diputados nacionales y la ruptura de su bloque en la provincia de Buenos Aires.
El último acto público del presidente antes de la entrega de los atributos de mando fue el domingo en Luján. Participó en una misa por la paz celebrada frente a la basílica de esa ciudad, donde Macri y Fernández se abrazaron en un gesto de armonía sin precedentes. A partir de este martes se verá si no se limita a una fotografía.