La vicepresidenta electa, Cristina Kirchner, aseguró este lunes en los tribunales federales de Comodoro Py que el juicio que la tiene como acusada en la llamada causa Vialidad se lleva adelante porque “había que condenar a un gobierno, al que desendeudó al país” y sostuvo que no espera la absolución de la Justicia porque la “absolvió la historia”.
La exmandataria declaró durante poco más de tres horas ente el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 en el marco de la causa en la que se la acusa de haber direccionado el otorgamiento de contratos de obra pública durante el gobierno kirchnerista en favor del empresario Lázaro Báez.
“Este es un tribunal del lawfare. Que seguramente tiene la condena escrita. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia”, dijo la expresidenta sobre el cierre de su declaración tras lo cual rechazó la posibilidad de responder preguntas del tribunal y de la fiscalía.
Toda la declaración de la expresidenta versó sobre el concepto de lawfare (guerra jurídica), que, dijo, “fue un plan ideado por el gobierno saliente” y “forma parte del lawfare” planeado con “el auxilio invalorable del aparato judicial”.
“Todo esto, el plan, fue ideado para una feroz, inédita persecución contra quien fuera presidenta de la República durante dos períodos consecutivos por el voto popular”, sostuvo Cristina en lo que fue su primera declaración indagatoria ante un tribunal oral.
Al iniciar la indagatoria, la expresidenta cuestionó la negativa del TOF 2 de transmitir en directo la audiencia, aunque varios canales de televisión –entre ellos C5N yCrónica TV– lo hicieron con cámaras instaladas en la sala de periodistas del edificio, hasta que, por orden del Tribunal, se cortó la transmisión de imagen por circuito cerrado y solo se dejó el audio.
Cristina recordó que al inicio del juicio por el supuesto direccionamiento de obra pública en Santa Cruz la lectura de la acusación fue transmitida en vivo varias jornadas.
La expresidenta arribó a Comodoro Py a las 9.37, a bordo de un Toyota color gris. Su abogado, Carlos Beraldi, la esperó en una de las puertas laterales.
Ya en la sala de audiencias, se sentó en la tercera fila junto a Beraldi. Los jueces ingresaron a las 9.52. El inicio estaba previsto para las 9.30.
La expresidenta y futura vicepresidenta llamó “corsarios” a los fiscales y acusó al gobierno de Mauricio Macri de utilizar la Oficina Anticorrupción (OA) y la Unidad de Información Financiera (UFI) para promover acusaciones contra ella.
“El Gobierno saliente tenía una mesa judicial que decidía quién iba preso y quién no, y a qué empresario había que apretar para que vendiera sus empresas”, dijo Cristina.
En su declaración cargó también contra el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, responsable de las escuchas secretas tuteladas por la judicatura y también de las abundantes filtraciones a la prensa de esas mismas escuchas. E ironizó sobre el hecho de que sus sumarios casi siempre correspondieran “por sorteo” al juez Claudio Bonadío, con quien mantiene una enemistad personal. “Fui citada por Bonadío a ocho indagatorias en una sola mañana, esto solo ocurre aquí”, dijo y .