“Las barcazas, en muchos casos, no están pasando con carga completa debido a que el calado es cada vez menor”, dijo el administrador de Vías Navegables, Adolfo Escobar. Ayer, la altura del río en Corrientes marcó 1,72 m.
El río Paraná experimenta desde hace meses una bajante extraordinaria que está generando complicaciones en el tráfico de las barcazas que ingresan principalmente al puerto de Barranqueras, a través del riacho del mismo nombre.
“La situación es preocupante. Si la bajante sigue incrementándose, como lo viene haciendo, la situación va a ser aún más preocupante. Las barcazas en muchos casos no están pasando con carga completa debido al calado que cada vez es menor”, aseguró ayer el administrador de Vías Navegables, Adolfo Escobar.
“Entiendo que la única complicación se focalizaría en el tráfico comercial”, agregó.
Ayer, según datos de la Prefectura Naval, la altura del río en el puerto de Corrientes era de 1,72 metros y se encontraba estacionado.
No obstante, el presidente de la Administración provincial del Agua del Chaco, Francisco Zisuela, dijo ayer en declaraciones radiales que las obras de dragado que se realizan en el riacho Barranqueras permitirán el ingreso de barcazas y aseguró que se esperan lluvias para el comienzo de diciembre, lo cual podría significar un alivio, ante esta situación. “En el riacho tenemos dos dragas trabajando en el muelle de YPF y esto va a facilitar que esta semana entre un barco grande con combustible que va a abastecer a todo el noreste argentino”, dijo Zisuela.
Explicó que las dos grandes complicaciones que genera la bajante, en Chaco, son “por un lado el agua potable y por otro, el transporte, el ingreso de barcazas”.
“No hay perspectiva de lluvia hasta la primera semana de diciembre”, dijo, y se refirió a la situación en la región: “La navegación sobre el río Paraguay está muy complicada, las barcazas no pueden llegar a Asunción, y en Formosa también está muy complicada”.
Meses atrás, la bajante fue noticia en la ciudad por el tema de los túneles, que se trató más bien de un desagüe pluvial, y por la aparición de un ancla del siglo XIX. Posteriormente, el mes pasado, comenzaron los problemas en el tráfico fluvial. En esa ocasión, Escobar dijo a este medio que “el margen del costado del río que ingresa a la zona de Barranqueras tiene muy pocos pies de profundidad. Es decir, bajo condiciones normales, dependiendo del tráfico, el río genera inconvenientes. Ahora, con esta bajante importante, que no es histórica, entiendo que está dificultando y algunas barcazas no pueden entrar con carga completa”.
“Esta situación genera que el negocio no sea lo suficientemente rentable, pero las barcazas aún ingresan con poca carga. No obstante, creo que las empresas se están manejando al límite de la rentabilidad”, agregó.
En agosto del año pasado, la empresa YPF informó que puso en marcha un sistema logístico de contingencia para mantener el abastecimiento de combustibles en las provincias de Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes, que se ven afectadas directamente por una bajante del río Paraná atípica para julio y agosto, que alcanzó el mínimo histórico de los últimos 20 años. Este año, aseguran que la situación no es tan grave y comenzaría mejorar.