El seleccionado argentino de fútbol obtuvo ayer un agónico empate 2-2 ante su par de Uruguay, con un penal anotado por Lionel Messi, en un amistoso celebrado en la ciudad de Tel Aviv, en Israel, en el último encuentro de 2019, por la doble fecha FIFA.
El mejor jugador del mundo coronó una convincente actuación con un disparo bajo que engañó al arquero de Independiente, Martín Campaña, ya en tiempo de descuento, cuando el elenco celeste se regodeaba con la posibilidad de sumar un triunfo en el clásico rioplatense, después de seis años.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni, al igual que lo ofrecido el viernes pasado en Ryad ante Brasil (1-0), tuvo que remontar dos veces el resultado, mostrando carácter y autoridad como para cumplir tal tarea.
Uruguay, que responde a un esquema clásico diseñado por su veterano entrenador Oscar Washington Tabárez, se puso arriba en la pizarra, a los 33 minutos del primer tiempo, por intermedio de Edinson Cavani, tras una precisa maniobra colectiva.