En pocas semanas, la jueza Lisceiko hizo uso de las nuevas tecnologías en una audiencia presencial y a distancia en procesos de restricción de la capacidad. WhatsApp y Skype fueron las utilizadas con solvencia en ambos casos.
Las nuevas tecnologías utilizadas en comunicación cada vez tienen un mayor impacto en las vidas cotidianas. Tanto es así que su alcance es cada vez mayor en los distintos ámbitos, como la Justicia. La jueza en lo Civil y Comercial Nº 2, de la Capital, Graciela Lisceiko, tomó declaraciones a través audiencia por WhatsApp a una persona con discapacidad auditiva.
Este hecho es registrado como el primer antecedente en su tipo por parte de la Oficina de Prensa del Superior Tribunal de Justicia (STJ). “Tal vez se registraron otros casos pero este es el primero aportado por un magistrado para su difusión”, señalaron.
El declarante a través de la red social fue Jorge, quien tiene 35 años, con un leve retraso madurativo y es sordo, aunque sabe leer y escribir. La jueza Lisceiko decidió tomarle declaración en forma directa y sencilla a su interlocutor, lo que le permitió mayor cercanía e inmediatez en las preguntas y respuestas. Prescindiendo de este modo del intérprete en lenguaje de señas, se logró entrevistar de manera directa.
Se trató de un proceso de restricción de la capacidad, por medio de los cuales la Justicia determina qué actos que están restringidos para estas personas y en cuales conservan su capacidad.
Durante la audiencia, Jorge estuvo acompañado por el asesor de Menores e Incapaces Nº 3, Nicolás Bonastre, quien es responsable de defender sus intereses.
La jueza Lisceiko destacó que Jorge se comunicó expresando sus deseos de modo claro. “Es aquí donde se percibe la importancia de los avances tecnológicos, que, bien utilizados, permiten mayor acceso a la Justicia. Si sabemos manejarnos, estos dispositivos permiten la expresión de la voluntad y el ejercicio de la capacidad jurídica de las personas”, comentó la magistrada.
Anticipó que, en virtud del balance positivo de la entrevista, la red social será utilizada para futuras intervenciones similares.
Otro antecedente
La jueza Lisceiko cuenta en su haber con otro antecedente interesante del uso de las nuevas tecnologías en favor de los ciudadanos a la hora de acceder a la Justicia. Semanas atrás, decidió tomar contacto con una mujer mayor que vive en el Instituto Pequeño Cottolengo “Don Orione”, de Itatí, a través de videoconferencia, también en el marco de un proceso de restricción de capacidad.
La señora padece retraso mental de severo a grave, y problemas físicos con dificultades para caminar, lo que complicaba su traslado al Juzgado.
Ante esta situación, la jueza solicitó a la Dirección de Informática del STJ arbitrar los medios necesarios para cumplir con la entrevista directa, evitando el traslado de la mujer para dar cumplimiento al proceso judicial.
Mediación por Skype
Semanas atrás, a través de la intervención de los Centros Judiciales de Mediación de Capital y Esquina, se llegó a un acuerdo en un juicio por ejecución de honorarios utilizando la tecnología de videoconferencia a través del sistema Skype.
Se trató de una causa por ejecución de honorarios iniciada en Esquina y se logró un acuerdo ya que el requerido, domiciliado en la capital, asumió a través de transferencia bancaria la cancelación inmediata de los honorarios que le reclamaban.
Es la primera vez que en Esquina se utilizó la modalidad de videoconferencia para resolver alternativamente un conflicto.