Flamengo se convirtió este miércoles en el rival de River Plate para la final de la Copa Libertadores del 23 de noviembre en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, luego de apabullar en la semifinal de vuelta 5 a 0 como local en el Maracaná, de Río de Janeiro, a Gremio de Porto Alegre, donde había igualado 1 a 1 en la ida.
Los dirigidos por el portugués Jorge Jesús, de 65 años, desplegaron un fútbol de alto vuelo que dejó rápidamente sin poder de recuperación a los conducidos por Renato Portaluppi, justamente uno de los principales detractores del extécnico de Benfica, de su país, donde consiguió 11 títulos locales pero ninguno en el plano internacional.
Flamengo solamente se consagró campeón de la Libertadores una vez, en 1981, pese a ser el equipo con mayor cantidad de hinchas de Brasil (se estiman unos 5.000.000), por lo que ahora su dirigencia puso “toda la carne en el asador” y realizó una gran inversión para quedarse con el máximo trofeo a nivel clubes del continente.
Gremio, por su parte, suma tres títulos y dos subcampeonatos en la Libertadores, y fue en 2017 cuando se consagró por última vez venciendo en la final a otro argentino como Lanús.
Pero Flamengo, que hace 10 años que no gana el campeonato de su país, el Brasileirão, va por todo, ya que en ese certamen es líder cómodo con 10 unidades de ventaja sobre su inmediato escolta, Palmeiras (64 puntos contra 54) al cabo de 27 fechas, y con 13 por encima del tercero, Santos, dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, también cuestionado por Renato “Gaúcho” por ser extranjero.
Ya Flamengo había demostrado su superioridad sobre los de Porto Alegre en el cotejo de ida en el que le anularon tres goles, dos de ellos a instancias del VAR, que hoy el árbitro argentino Patricio Loustau no utilizó, como el martes tampoco lo hizo el brasileño Wilton Pereira Sampaio en la otra semifinal que River perdió 1 a 0 con Boca pero igual terminó clasificándose por el 2-0 de la ida en el Monumental.
En ese partido de ida entre los dos equipos brasileños que se jugó el jueves 2 de octubre pasado en el Arena do Gremio los locales convirtieron su tanto por intermedio de Eduardo Gabriel Aquino, mientras que Bruno Henrique anotó para los cariocas.
Y justamente fue Bruno Henrique fue el que abrió esta noche el camino hacia la final para los rojinegros de Río de Janeiro con su gol, el primero del partido, a los 42 minutos del primer tiempo.
Ese fue el preanuncio de lo que vendría en la segunda parte, cuando ya al minuto apareció Gabriel Barboza, Gabigol, para anotar su primer tanto personal, y repetir a los 10 de tiro penal. Más tarde aparecieron el español Pablo Marí a los 22 y Rodrigo Caio a los 26, para redondear una goleada histórica que potencia las aspiraciones de Flamengo por convertirse en el mejor equipo de América quitándole el cetro que ostenta a River Plate, en lo que será un mano a mano a partido único entre dos equipos de similares calidades.
Justamente River eliminó en las semifinales de la Copa Libertadores del año pasado a Gremio en Porto Alegre con aquel recordado gol de tiro penal de Gonzalo Pity Martínez a instancias del VAR, por 2 a 1, cuando en Flamengo se estaba proyectando este gran equipo construido a fuerza de billetera por una dirigencia que además de Marí incorporó a Filipe Luis, ex-Atlético de Madrid, y Rafinha, ex-Bayern Munich, a quienes incorporó este mismo año, cuando en julio quiso llevarse inclusive al riverplatense Lucas Pratto.
El dinero de Flamengo y su inversión para salir campeón chocarán con este River de mística copera en un cruce que tendrá como premios 12.000.000 de dólares y las participaciones en los dos próximos mundiales de clubes. Los dos “juegan a jugar”, y atacar es la premisa de ambos, así que la calidad del espectáculo que ofrecerán dentro de exactamente un mes, hasta ahora en Chile, está a priori garantizada.